Los
conocimientos acerca de la nutrición humana son muy antiguos. Hay datos y
observaciones históricas ya desde el Antiguo Egipto como señala Heredoto que
concluye que los cráneos de los egipcios eran más duros que los de los persas
cuando observaron a los combatientes de la guerra entre persas y egipcios, la
razón se le achacaba a que a los egipcios les daba el sol en la cabeza al
tenerla siempre descubierta.
Observaciones
de este tipo jalonan la historia de la humanidad pero es a partir de finales
del siglo XIX cuando se empiezan a desarrollar las Ciencias y las relacionadas
con la Nutrición y Alimentación. Lavoisier opina que la vida es una función
química y en compañía de Laplace mide la cantidad de carbónico producido por un
animal en un tiempo dado. Algún tiempo después concluye que las cantidades de
oxigeno consumidas y de carbónico producidas por el animal dependen
directamente de la alimentación.
En 1806
Einhof aplica los métodos analíticos al estudio de la composición de piensos y
aporta una serie de datos que aprovecha luego Thaer para establecer el valor
nutritivo de dichos alimentos tomando como patrón el heno.
La existencia
de nitrógeno en los tejidos animales demostrada por Berthollet, indispensable
para la vida como resalta Magendie, condujo a la investigación de su
procedencia (ciertos compuestos azoados) a los que Mulder les llama proteínas y
considera como las sustancias orgánicas más importantes.
Bousingault
al tratar de precisar el valor alimenticio de las raciones consumidas por los
animales resalta la importancia de otras fracciones no nitrogenadas, grasas,
hidratos de carbono y minerales.
Liebig y
Dumas trabajando independientemente coinciden en que la distinción entre
alimentos nitrogenados y no nitrogenados no solo afecta a su composición
química sino también a su significación fisiológica.
Desde finales
del siglo XIX los progresos son incesantes, se multiplican los ensayos
nutricionales en el hombre y animales destacando el papel importante de los
alimentos catalíticos, minerales y vitaminas, al lado de los alimentos
energéticos y los plásticos.
En el siglo
XXI, después de incesantes estudios se considera que al iniciar una explotación
pecuaria debe considerarse: la nutrición,
la reproducción y la genética. Sin embargo, en este espacio profundizaremos en
el área de la nutrición y alimentación animal por ser uno de los aspectos más
importantes tanto de manera cualitativa como cuantitativa.
Antes de
adentrarnos al tema base de nutrición y alimentación animal del siglo XXI,
debemos definir algunos conceptos que se estarán usando a lo largo de cada post
que realice. Para ello,
hoy empezaremos definiendo los dos conceptos más sobresalientes de este
blog:
Nutrición: se
conoce como la ciencia que estudia los procesos físicos y químicos que sufre el
alimento durante su paso por el tracto digestivo, la absorción de los
nutrientes liberados a través de las paredes gastrointestinales y la posterior
utilización celular de éstos por medio de procesos metabólicos.
Alimentación: entendiéndose como
el conjunto de normas o procedimientos para proporcionar a los animales una
nutrición adecuada.
Ahora bien,
ambos conceptos están estrechamente relacionados ya que la alimentación se
trata de los alimentos que se le suministra al animal (llámese: ingredientes,
cantidades, etc.), mientras que la nutrición comprenderá el destino que lleva
el alimento una vez ingerido. Por ende, a los nutrientes los consideraremos
como los componentes básicos de un alimento, útiles para que el animal que los
consume ya que ellos no son otra cosa que moléculas simples (aminoácidos,
monosacáridos o ácidos grasos) unidos químicamente para formar
estructuras o compuestos más complejos (proteínas, polisacáridos, y
triglicéridos).
Estos
complejos (proteínas, carbohidratos y lípidos) los conocemos como alimentos
orgánicos, sin embargo; hay un pequeño porcentaje de elementos inorgánicos
conocidos como materia mineral que son indispensables para numerosas
actividades celulares. También existen otro tipo de sustancias
imprescindibles para realizar los procesos vitales en el organismo animal.
Éstas se definen como vitaminas y son necesarias para mantener la salud y la
capacidad de rendimiento. Por regla general, no pueden ser sintetizadas por el
organismo, razón por la cual serán adicionadas a los alimentos.
En resumen,
estos son algunos de los conceptos que se deben manejar al estudiar esta rama
de la zootecnia o producción animal. En la medida de lo posible, estaremos
detallando otros aspectos concernientes a la nutrición y alimentación animal.
Saludos,
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